Este refrán se usa en varios países latinoamericanos y en Chile es bastante corriente y popular. Encuentra su origen en la sucesión inexorable que se da en las monarquías y corresponde a la idea de que ?murió el rey, vive el rey?, que por extensión se interpreta como que cada vez que queda un puesto vacante, siempre hay alguien dispuesto y ansioso por sustituirlo o reemplazarlo.
Entonces, a rey muerto, rey puesto hace referencia al rápido proceso que existe para ocupar el cargo dejado por una persona.
Entonces, a rey muerto, rey puesto hace referencia al rápido proceso que existe para ocupar el cargo dejado por una persona.
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