Como la facultad me impidió ver Nalbandian - Davydenko, mucho análisis tenístico no puedo hacer. Así que me limito a esto:
Miguel Simón: "¿Qué te genera que tantos argentinos se vayan a levantar temprano el viernes para verte?
Nalby: "Eh... esperemos que no sea muy temprano".
Esto se suma a sus declaraciones hace algo así como un mes y pico, durante el torneo de Mónaco, cuando se quejó airadamente de que los organizadores lo hacían jugar a horarios excesivamente matutinos. "Es una falta de respeto hacia los jugadores". Y eso que las semis, como muy temprano (si le toca el primer turno*), arrancan a las 12. ¡Con acostarte a la 1 estás bien, Nalby! Vamos, que es un grand slam...
*De todas formas, si le toca el segundo turno, a las 12 ya tiene que estar en la zona de la cancha. Según cuenta Rafa Nadal en su ampliamente promocionado blog de roland garros, el día de su partido de octavos de final, estaba morfándose unos tallarines lo más pancho cuando de repente el tío Toni le gritó "Chaval, ¡a la cancha!" (esta parte la ficcioné un poco, lo admito). Rafa pensaba que tenía por lo menos un par de horas más hasta jugar, pero la lesión de Martin y su abandono en el primer set contra Bennetteau hizo que tuviera que salir a jugar con los fideos en la garganta. Por eso, dice, aprendió la lección, hay que estar siempre listo cuando el partido anterior empieza, supuestamente. Yo creo que, si pudiera (porque la ATP medio que te obliga a hacerlo, te vienen a buscar en el auto del torneo y no sé si les podés decir "15 minutos más" desde la cama, como si fueran tu vieja despertándote para ir al colegio), no lo haría ni en pedo: imagínense si el partido anterior es un Santoro vs. algún español pasapelotas (Albert Costa ya se retiró, pero bue, uno de esos), ¡6 horas de espera garantizadas!
Otro post cortito con declaraciones
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