Ayer vi el partido en mute, porque almorzaba en un lugar público. Hoy, en la continuación, Bonadeo se quejaba porque la ITF no había permitido que TyC le hiciera notas a Hewitt dentro de la cancha una vez finalizado el partido, según él porque tenían un injustificado miedo a que la gente se comportara mal con Lleyton mientras él hablaba, ya que la gente había tratado bien a Lleyton. Bueno, yo no sé cómo lo trataron ayer, pero Lleyton se comportó como un caballero inglés. Y no sólo hoy, sino toda la semana. Mientras el australiano estrella le bajó todo el tiempo los decibeles al enfrentamiento, la prensa y la gente lo ignoró sistemáticamente y, como tenía decidido ya de antemano, lo puso en el lugar del mal tipo que con sus acciones se hace odiar. Y funcionó muy bien. El discurso hegemónico durante toda la semana en todos los canales, sobre todo los no deportivos (nos quejamos del periodismo especializado a veces, pero el no especializado cuando habla de lo que no sabe -que es casi todo- es a veces peor), fue "viene un australiano al que odia todo el mundo, no saben, es un sucio terrible, no lo quiere ni la mamá". Idea que el público compró con ganas, claro, porque siempre es lindo o fácil tener un villano de turno al que enfrentarse, para darle más emoción a una serie que por sí sola no tiene tanta. La gente, entonces, repitió como loro: "a este lo odia todo el mundo, no sabés", y el boca en boca convirtió a Hewitt en el Mussolini del tenis esta semana en los cafés de Buenos Aires. Todo porque... lo escupió Chela y le gritó un par de puntos Coria. Ah, y Nalbandian lo mandó a la concha de su hermana. Qué mal tipo es Hewitt, hay que hinchar por Argentina a muerte, sí.
Foto de Hewitt con bebé en brazos, parte de mi campaña "no escupan tanto a Lleyton", apelando a la estrategia de los políticos que besan niños para que la gente crea que son buenos.
Hoy se jugó la 2da parte del partido que podía definir la serie. Es que si Hewitt y el dobles no ganaban sus 3 puntos, esta serie no tenía casi razón de ser, porque es muy difícil que Philipousis le gane a algún argentino. Recuerdo una vez que suspendieron un partido de Atlanta, cuando los bohemios tenían un penal a favor. Pasaron como 30 días o algo así hasta que lo reanudaron para patearlo y jugar los 10 minutos restantes. Era un partido importante para ellos, no sé si venían con una racha negativa o peleando el descenso o qué, pero era clave poder ganarlo, y con el penal se ponían en ventaja. Si lo hacían, claro. Así es como los diarios sacaron el día previo notas sobre "el penal más largo del mundo" y hasta fueron movileros de programas a cubrir el partido desde la popular, abrazarse con los hinchas festejando el gol y hacer fuerza para esperar que llegara el final. Mucha presión habrá tenido quién lo pateó. ¿Le doy fuerte al medio? Pero a lo mejor me espera el arquero... no sé, ¿la cruzo entonces? ¿Espero a ver si se mueve y la toco al otro palo?
Hoy pasaba algo similar. No es tan raro que se suspenda un partido en medio de un game, pero tampoco es común que ocurra en un punto tan definitorio, aunque puede haber pasado. Esta vez Chucho sacaba break point en contra y 4-0 arriba en el quinto de uno de los partidos que seguramente más recordaría de su carrera. ¿Qué hacer con ese saque? ¿Y cómo esperar la devolución, siendo uno el australiano Hewitt? ¿Es muy loco ariesgarse al ace? Probablemente sí, en esta superficie, entonces, ¿hay que sacar a 3/4tos? ¿Buscar tirársela al cuerpo para complicarle la devolución? Lo que sea que hubieran decidido, ya era la hora de la verdad. Terminado el calentamiento, Chucho se preparaba para el saque, la cámara que lo enfocaba en primer plano lo mostró sacar... y el director de transmisión le pifió al botón y no vimos un carajo. No se sabe a dónde fue el saque, sólo que la pelota volvió y que Chucho le dio con el marco. 4-1. Tampoco la repitieron, así que habrá que confiar en lo que nos cuentan Klappenbach y Bonadeo.
Ahora, después de esto había un partido... y 4-1 no era lo mismo que 5-0. Más cuando Hewitt se ponía fácil 30-0 y las cosas parecían complicarse. Pero ahí llegó el momento en que lo perdió solo. Cada primer saque que erraba Hewitt era una masa de silbidos y "oooooooooooooooooooooh" que bajaban de la tribuna (¿fue así todo el día de ayer también? Debe haber sido insufrible...). Y no sé si a Hewitt le habrá molestado esto, pero clavó dos dobles faltas seguidas y emparejó todo, para terminar de desemparejarlo luego con dos errores no forzados más (aunque el último lo forzó un poco Chucho con una excelente defensa corriendo para todos lados y forzando tiros extra de Lleyton para definir). Chucho lo definió con el saque (cuando erraba el primero la gente también gritaba "ooooooooooooooooh" pensando que fue ace pese a que se iba a 2 metros) y se acabó la gracia de la serie. Emoción, abrazos, festejos, diegote en la tribuna cantando y recibiendo la camiseta de regalo del Chucho, clima futbolero a full. No está mal eso, aunque yo voy a seguir quejándome de que hagan quilombo entre saque y saque y que se junten barras a decirle "puto, puto, puto, puto" a Hewitt cuando entra a la cancha. Pero será que me levanté un poco cascarrabias nomás. Queda el dobles a continuación, que se puede perder quizás, pero que difícilmente cambie el destino de la serie. Así que a poner el ojo en Rusia, que está a un partido de liquidarle la serie a USA... (¿cómo lo ven a Willy contra Marat?)
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