Ya desde el arranque de la temporada, se pudo apreciar que pico estaba en gran forma. En realidad, su juego viene en alza desde hace un par de años, solamente que tuvo la mala suerte de contraer esa neumonia que lo alejó de los primeros planos por un tiempo prolongado. Pero por suerte, parece que solamente lo alejó y no lo excluyó definitivamente. Inclusive hoy, después de una buena pretemporada, se ve un Mónaco, a mi entender, superior al de 2007 (año de su "consagración").
Muy firme desde el fondo de la cancha (una de sus mayores virtudes desde siempre), Juan logró afinar tanto su juego, al punto de no depender de ningún golpe en particular. El pico de hoy, no necesita invertirse para ponerse en posición de impactar con el golpe con el que mas cómodo se sienta, porque justamente, se siente cómodo pegando de drive o de revés. Da la sensación de haber logrado una estabilidad y una confianza en su juego que le permite no depender de ningún tiro en particular. Pero su avance no se estanca solamente en ese aspecto, sino que también, y acá es donde se ve la mano de su nuevo entrenador (Luis Lobo, sucesor de panchito Mastelli), incorporó tiros como el drop shot (hoy con Murray lo utilizó en varias ocasiones, y casi siempre con éxito), hasta el momento ajeno a su repertorio tradidional, y mejoró sensiblemente la volea (golpe que su entenador, por su condición de doblista, manejaba con mucho criterio). Por si esto fuera poco, acompaña su juego también con una notable condición física que le permite desplegarse muy bien para los costados y llegar a pelotas practicamente imposibles ( situación que también se vió de manera reiterada hoy contra el escocés), y un espiritu de lucha inclaudicable ( no suele ser el tipo de jugadores que se desmorona mentalmente ante una situación adversa, y raramente se lo va a ver entregar un partido sin pelearlo hasta el final). En este último aspecto, me recuerda por momentos a Guillermo Cañas, pero con un repertorio de juego mas completo.
"Ehh, pero por lo que decís pareciera que es mejor que Rod Laver y Sampras juntos, y ni siquiera ganó nada importante", dirá alguno y con razón. No creo que llegue a ser Laver, ni que consiga ni un tercio de lo que ganó Sampras. Solamente creo que tiene un gran tenis y ha logrado una madurez importante para ser un gran jugador. Y lo que le falta para superar la transición de buen jugador a gran jugador, es, aparte de conseguir una mayor regularidad (no puede ganarle a Robredo y perder con Beck, como sucedió en Montecarlo), convencerse en que tiene tenis para ganarle a los mejores. Prescindir un poco de la suerte de las innumerables cábalas que tiene y confiar mas en sus posibilidades, y dejar de conformarse con hacerle buen partido a los jugadores de elite, como le pasó en Miami contra Murray, donde jugó un set perfecto y después se vino abajo inexplicablemente. Es en este aspecto donde ( a mi entender) mas hincapié debe hacer su entrenador, aunque hoy haya dado un paso más que importante al ganar un partido que puede convertirse (ojalá) en una bisagra para su carrera. Carrera que de por si ya es bastante buena, pero que todavía puede ser mucho mejor como para estar tranquilamente entre los 15 o 20 primeros, y por que no, dar el batacazo y meterse entre los 10 mejores. Ya estuvo cerca en su momento (llegó a estar 14), hoy va por el buen camino.