¡VIVIMOS!

A un año y 13 días (?) del aniversario de la muerte del negro Fontanarrosa, estamos de vuelta. Y como buenos ciudadanos que somos, respetamos los 10 días de luto establecidos por ley (?) para volver a dar la cara.

Igual, nada importante sucedió en estas casi 2 semanas de ausencia. En realidad, se podría decir que no pasó nada y muchísimo a la vez. Nada, porque Nadal ganó un torneo mas en el año (Toronto) y sigue confirmando la racha triunfal que lo erigió hasta el momento como el mejor tenista del año; nada, porque Federer perdió en segunda ronda en el mismo torneo, y como en el caso anterior pero a la inversa, confirmó el mal momento que viene arrastrando; nada, porque a nadie le sorprende que Djokovic tenga hoy la posibilidad de conseguir su tercer master serie de la temporada; y nada, porque el ranking del 1 al 10 se mantiene igual que desde hace ya varios meses (salvo por la rotación entre el 4 y el 5 entre Davydenko y Ferrer).

Muchísimo, porque este ranking que se mantiene inalterable desde hace ya un tiempo, se modificará a partir del 18 de agosto. Y la nota es que no será un cambio intrascendente como puede ser que Murray desplace a Nalbandian del 7mo lugar o que Blake caiga algún que otro puesto. La modificación será un cimbronazo que repercutirá en la monotonía que caracterizó a los puestos de vanguardia del úlitmo lustro del tenis mundial: a partir del 18 de agosto, el reinado del circuito cambiará de gobernante después de mas de 4 años. Casi como una sucesión presidencial, el hasta ahora mandamás indiscutible, entregará la banda (involuntariamente, claro está) a quien lo secundó desde hace ya algunos años hasta este momento.

Y la certeza acerca de esa fecha como la indicada para el cambio de mando no es producto de una visión mia con respecto a las actuaciones de Nadal y Federer desde acá hasta el 18 de agosto, sino, el resultado del desfasaje producido en el calendario ATP por la inclusión este año de los juegos olímpicos. La explicación de como restán y suman los jugadores por estas fechas es flor de quilombo, el cual no estoy en condiciones de explicarlo porque no lo entiendo ni me interesa entenderlo. Lo único, o lo mas importante que hay que saber es que después de varios años de intentos y de una lucha incesante, Rafael Nadal, se va a convertir en el mejor jugador del circuito, condición que ya ostenta por mas que los números recién lo confirmen en poco menos de dos semanas.
















Mas allá de gustos tenísticos y de simpatía hacia tal o cual jugador, los merecimientos de Nadal son incuestionables. Del título de "mejor Nº 2 de la historia" se deduce que de no compartir época con quien probablemente sea el mejor tenísta de todos los tiempos (subjetividades al margen), hace rato que se hubiese convertido en el Nº 1 del circuito. Si bien la irrupción de Djokovic generó algún resquebrajamiento en esta relación que ya traía años de fidelidad de manera ininterrumpida, al punto que en dos oportunidades tuvo la posibilidad de quitarle "su" lugar, Rafa resistió y defendió estoicamente la posición de segundo mejor jugador y pudo salir airoso del acecho del tercero en discordia. Y no solo se conformó con eso sino que fue por mas, y por eso hoy, salvo que colpase el sistema de la ATP, o que la máquina fallen en su contra cono le pasó a Vilas (?), se convertirá en el nuevo monarca del tenis mundial.

¿Que mas se puede decir de Nadal ? se preguntaba Hache hace 15 días atrás sin una respuesta posible.........dos semanas después, se puede decir que además de ganar 4 veces seguidas Roland Garros, de haber estado invicto en polvo de ladrillo por mas de 80 partidos, de aprender a jugar en pasto hasta consagrargse en Wimbledon, de ser considerado el mejor 2 de la historia, etc etc etc, hoy hay que decir que además de todo eso, va a ser el nuevo Nº 1 del mundo. Y por mas que a muchos nos pese, bien merecido se lo tiene.