la raqueta

La primera ronda de Rolanga ya es historia y hasta acá, en lineas generales, todo transcurrió dentro de sus cauces normales. Salvo algún caso puntual, en la gran mayoría de resultados prevaleció la lógica, y por lo tanto, no hubo grandes sorpresas.

En cuanto a los argentinos, tampoco fueron la excepción. De los 14 que arrancaron el torneo, solamente 7 pudieron pasar la barrera de la primera ronda, y sacando el triunfo de Mayer sobre Blake, los otros 6, encuadraban dentro de las posibilidades previsibles.

Entre los que pasaron, Del Potro y Mónaco fueron los dos que menos transpiraron. Juan Martín apenas perdió 7 games frente al doblista Michael Lldrá, que poco pudo hacer frente a la potencia del tandilense que lo machacó a pelotazos y le devolvió muy bien el saque (arma principal del francés), pudiendo de esa forma, contrarrestar los intentos de subidas a la red por parte del galo. Paradoja del destino, justamente un año atrás, Juan Martín perdía en segunda ronda frente a Simone Bolelli y en conferencia de prensa posterior al partido, tiraba sensaciones más que pesimistas como " que no estaba disfrutando del tenis", que " por encima del tenis había una vida" y que "se estaba cansando de todo esto". Mas allá de la relatividad con la que hay que tomar unas declaraciones de un pibe de apenas 19 años (edad de ese entonces) después de una derrota y viniendo de una seguidilla en que no se le dan las cosas, es llamativo el contraste con la realidad de hoy que lo encuentra a Del Potro consolidado entre los mejores del mundo, habiendole ganado (entre otros) a Nadal y Murray, y con espectativas de seguir creciendo.

Pico tampoco tuvo que esforzarse demasiado contra lo que queda de Bagdathis. Se sabe que el chipriota viene de un largo período de lesiones y a causa de las ellas, ya no es el mismo que supo ser hace algún tiempo. Si a esto le sumamos que el de ayer era su primer partido del año en polvo de ladrillo (solamente jugó un par en algunos challengers), el resultado era previsible. Mas todavía teniendo en cuenta la gran temporada de arcilla que viene trayendo Mónaco desde hace algunos meses. La contra I: es que Juan tuvo que jugar infiltrado en la muñeca a causa de la lesión que lo dejó afuera de la copa del mundo por equipos de la semana pasada, y si bien dijo que no le dolió, lo va a tener que seguir haciendo en los próximos partidos y no es lo mas saludable. La contra II: ahora se le viene Tsonga y en cuarta ronda se cruzaría con Del Potro.

Dentro de los triunfos que se podrían catalogar como "sorpresas", entraría el del debutante correntino Leo Mayer frente a Blake, y el de machi Gonzalez sobre Mardy Fish.

Sorprende mas lo del primero, pero nada mas que por haberlo conseguido en su debut en la cita grande. Y digo solamente por eso, porque el oriundo de Corrientes juega muy bien. Portador de un gran saque ( cualidad que no abunda entre los nuestros), apoya su juego sobre ese golpe, al cual lo acompaña con un sólido juego de fondo con una deracha potente y un revés a sola mano de gran estetica. Ya lo habia visto en los cuartos de final de Acapulco frente a Monfils, y recuerdo haber hecho una mención de la grata impresión que me había causado mas alla de la derrota final que se dió más por circunstancias "extra tenísticas" (calambres, nerviosismo, ansiedad, etc) que por cuestiones relativas al juego mismo. Obvio que recién está dando sus primeros pasos en el circuito y le falta mejorar una enormidad. Pero va por el buen camino y mañana tiene otro lindo partido (vs Hass) para seguir avanzando.

Con respecto a los que ganaron pero sin hacer tanto ruido se encuentran "chuky" Junqueira, Acasuso y Vasallo Arguello. El primero, quien tiene mas pinta de cantante de banda heavy que de tenista, hizo su trabajo frente a Paul Capdeville a quien derrotó por segunda vez en semanas consecutivas, y en un rato estaría despidiendose de París frente a Davydenko. Por el lado de "chucho", su suerte no pinta mucho mejor, ya que después pasar casi de casualidad a Ventura, levantando set point en contra (quedaba 2 sets abajo), tirando fraces gaudiescas ( "si pierdo hoy no juego nunca mas al tenis"), y jugando horrible (ganó mas por el golpe en la cadera que sufrió su oponente, que por méritos porpios), lo que le toca ahora no es de lo mas alentador: Roger Federer será el encargado de demostrarle al misionero cuantos pares son 3 botas (?).

En el caso de Vasallo, también contó con la ayuda divina de su parte, ya que el brasileño Belluci, su rival de turno, se retiró en el 5-5 del tercer set, y le permitió al bonaerense zafar de un partido que tenía olor a batalla de 5 sets.

Entre los que se despidieron en primera ( Calleri, Chela, Gaudio, Dabul, Roitman y Schwank), hay algunos puntos para analizar, y contrastes para remarcar. Por ejemplo, que este puede haber sido el último Roland Garros de Calleri. Con mas de 30 pirulos en su D.N.I, con una hija que le demanda que se haga cargo de su paternidad (?), y con "cada vez menos ganas de viajar, a pesar de de tener ganas de seguir jugando", la realidad marca que el gordo está quemando los últimos cartuchos que le quedan. Distinto es el caso del gato, que mas allá de tener casi la misma edad que Agustín, parece ser que las "vacaciones" de mas de un año que se tomó, le dieron las ganas necesarias y le cargaron las pilas para seguir luchandola a pesar de tener que remarla desde el puesto trescientos y pico, y de tener que comerse adversidades como las que significa irse en primera ronda en un torneo que lo vió tocar el cielo con las manos hace algunos años atrás. Sin embargo, lejos de desmotivarse por la derrota frente a Stepanek, Gastón remarcó, cuando muchos esperabamos alguna declaración pesisimista y maricona, que tiene ganas de seguir peleandola y que esto recien empieza. Bienvenido sea.

Distintos son los casos de Chela, que, como era previsible, poco pudo hacer ante el Nº 3 del mundo; Roitman, también previsible ante Melzer; Dabul, quien perdió contra el ignoto Stakhovsky, pero le va "a contar a los nietos" que le ganó un set a Nadal en una exibición y le quitó el invicto en la Philippe Chatrier (?); y Schwank, que mas allá de haber contratado un nuevo entrenador como Guillermo Perez Roldán, poco pudo hacer ante otro ilustre desconocido (Rufin), y sigue sin poder salir del bache el que está inmerso desde ya hace algún tiempo, y desilusionando a todos aquellos que tenían puesta toda su fé en él, sobre todo después de conseguir aquella rachita de triunfos del año pasado, con la yapa de ser el único argento en la tercera ronda de este torneo.

Mientras tanto, Santoro se despidió de su público en lo que fue el último Roland Garros de su carrera.