LEGG MASON POST 3

Juan Martín Carballo (Washington D.C)

Siguiendo con los post tardíos de mi pasada por el Legg Mason, les comento lo que me dejó presenciar el partido de Leo Mayer contra el alemán Rainer Schuettler. Es interesante hacer notar que su última victoria le da un dejo de actualidad (?) a este post.

El partido de Leo fue programado para la tercera cancha en importancia del complejo. Tenía tribunas sólo de un lado y de tres filas en total. Llegué a verlo y mientras precalentaba vi un flaco que tenía mucha cara de argentino (no me pregunten cómo es) y me acerqué a comentar el partido con él. Como sospechaba, resultó ser el entrenador de Leo. Sabía que era Emiliano Redondi pero no me animé a saludarlo por su nombre porque ya era demasiado cholulismo tenístico. Así me encontré viendo y comentando el partido con su entrenador, aproximadamente a unos dos metros de dónde estaba jugando Leo (aunque cada dos games al que teníamos cerca era al alemán).

Así de cerca estaba, casi metido en la cancha

Dio un poco de pena que Leo haya perdido ese partido porque por nivel de juego era lejos el superior. No pretendo decir que merecía o no merecía ganar sino simplemente que en la cancha era más jugador, pero no lo supo plasmar en el resultado.

Ver el partido bien desde cerca me dejó varias reflexiones. Las de índole netamente tenística son las siguientes:

El revés le corre mucho, aunque le falta un poco de regularidad. De todas maneras, tiene todas las variantes. Cruzado y paralelo (cada vez menos presente) y con variedad de efectos.

El drive es muy bueno. En un golpe de definición que puede pegar plano para los dos lados. Además, le puede dar mucho peso a la bola como buen argentino, a diferencia de la primera variante de derecha, que no es demasiado común por estos (aquellos) pagos.

El saque es muy bueno. Quizás se juega demasiado por hacer aces cuando podría tratar de subir la eficacia y aprovechar que tiene otras variantes para terminar un punto que puede comenzar a su favor tras un buen primer saque.

La volea es de primer nivel. Tanto las drop-volley como las al fondo o cruzadas son variantes que puede usar. Cometió algunos errores en estos golpes pero se notó que era más por apuro que por complicaciones técnicas.

Tiene buena velocidad de piernas, que le permite defenderse en buen nivel, acomodarse con tiempo o llegar bien preparado adelante.

En este video se puede ver un poco de lo que digo. Leo recibe un poco retrasado y ya de movida se mete adentro de la cancha para pasar a dominar el punto que termina definiendo con un drop shot cuya respuesta el alemán tira afuera (si se fijan, acá hay una subordinada de una subordinada. Mi profe de español me mataría – si es que ella sigue viva-). Al margen, aprovecho la coincidencia de filmar un buen punto.

Acá abajo, un punto que representa fidedignamente el promedio de puntos que filmé a lo largo del torneo, je. (Si están apurados, ni entren así no me putean después, je)

Al lado de la descripción tenística anterior que parece medio federiana hay una serie de obstáculos que todavía tiene que trabajar.

Leo estuvo desconcentrado todo el partido. De comienzo a final y sólo tuvo cierta estabilidad durante el segundo set. Aún dentro de cada game le costaba mantener regularidad en dos puntos seguidos. Entiendo que eso no se da nunca, pero les aseguro que esto era bien notorio. Además, cualquier factor externo lo sacaba de foco y comenzaba con gritos y quejas de todo tipo. Algunos ejemplos:

Se enojó con un espectador porque hizo “click” mientras él estaba sacando (sin flash, sólo el ruidito de la máquina) y después de haber perdido el game le decía desde la silla que lo había perdido culpa de él.

Constantemente gritaba que estaba en un “pésimo estado físico”. Incluso llegó a decir que “nunca se sintió tan mal adentro de una cancha de tenis”.

Hizo varias referencias al “orto que tiene el tipo este” ante puntos en los que devolvía dos tiros semi-ganadores, si se me permite la clasificación. Creo que es el estilo de juego del alemán que sigo corriendo muchísimo a pesar de los treinta y tres jesucrísticos años o, como decía Emiliano Redondi, “está viejo pero corre más que la mitad del cuadro”.

Ya sobre el tercer set los gritos hacían referencia a que ese partido lo iba a perder seguro, y que iba a ser culpa de él, que él sólo lo perdía. Incluso estando break arriba y con su saque dijo “este partido lo pierdo seguro”. Reminiscencias gatunas imposibles de evitar, como en aquel recordado Ferrer-Gaudio en un Rolanga ya añejo.

Creo que también hay que destacar que en todo momento le ponía garra al partido. No lograba darle estabilidad pero estaba “prendido espiritualmente” (?). Digamos, ni aún en sus momentos de máxima de concentración dio la sensación que podía “tirar” el partido, como es común ver en otros tenistas. Creo que este punto positivo también debe acompañar los rasgos más de tipo espiritual que mencioné antes.

Según me dijo el entrenador, Leo efectivamente estaba muy cansado. La seguidilla venía siendo muy larga, con el extra de la Davis que “te come piernas de una manera increíble”. En principio sólo volverían a Argentina si no avanza demasiado en Canadá. Cincinnati no lo jugaría y volvería en New Haven ya la semana previa al US Open. Al menos eso es lo que recuerdo en este momento. Emiliano Redondi pareció un tipo muy buena onda, abierto a charlar y a comentar de tenis. Leo lo buscó todo el tiempo para darse apoyo y eso de alguna manera obstaculizaba un poco nuestras charlas (muy desconsiderado de parte de Leo). Durante el partido Emiliano (ya me hice amigo) le dio pocas indicaciones tenísticas (aunque repetía “abrílo y seguí mandando vos”) y muchas más de apoyo (“confiá en vos”, “vamos, ahora, fuerza” ó “pensá, usando la cabeza”). Desde afuera, creo que realmente le transmitía tranquilidad en un partido que lo tenía un poco disperso. Quedó flotando la chance de una entrevista onda periodística pero la derrota dejó a todos de mal humor. Me dijo “nos vemos en un rato” pero con mi entrada VIP-10 eso era bastante poco probable, je.

Como cierre y con el típico optimismo del fanático, creo que Leo Mayer puede dar mucho que hablar. Ojalá que sepa acompañar todas las ventajas tenísticas que tiene. Para que se me rían nomás, le encuentro algunos parecidos con el Federer de sus primeros años. Habrá que ver cómo logra manejarse Leo en estas próximas etapas de su carrera.

Pd: Me quedó colgado un video de un drive ganador de Feña González filmado desde cerca por si a alguien le interesa verlo. Se me olvidó linkearlo en el otro post!

Pd2: Ah, también estuve así de cerca, pero esta foto no me termina de convencer, ja!


Pd3: Por si lee La Raqueta quien hace el blog de Leo, me Emiliano Redondi dijo que estaban muy satisfechos con ese laburo. Que siempre ponía información actualizada y parecía muy serio. Además, defendió a los blogs de tenis porque dice que se comenta más ubicadamente que en diarios generales o deportivos donde muchas veces “matan a los tenistas”. Para los que creen que las puteadas anónimas sólo sirven de descarga… (Me salió la moraleja en esta postdata, ja!)