Que triste es ver a Marata pasando por este momento, no pega una, sólo hay que mantener la bola dentro de los límites de los flejes y esperar que tarde o temprano el ruso la deje en la red o la duvuelva ancha. Se nota que sufre y mucho dentro de un terreno de juego. Claro, perder con el 101 del ranking no es lo mismo que ganarle a Federer en un grand slam, son tiempos duros para el ex número 1. Tiempos que todo deportista profesional debe transitar, sino preguntenle a Coria(aunque este parece que va derecho a los challengers). Esto me lleva a pensar, en como tratamos a nuestros tenistas y como utilizamos los terminos pecho frío o fracasado con cierta facilidad. A un tipo que dentro de unos días va a cumplir dos años de top ten se lo trata de perdedor, como si estuviera obligado a ganar todo lo que juega, y no pudiera tener días malos. Como si todos los días naciera un Vilas, un Lendl, un Federer o un Nadal. Tipos que no sólo nacieron para eso sino que despues de una final se quedan cuatro horas en la cancha practicando los tiros que le salieron mal. Seres que dejan su vida aparte por un resultado deportivo. Es lísito pedirle eso a un tenista?. Coria "tenía" que ser número 1, "tenía" que ganar Roland Garros. Hasta que un día se dio cuenta que no iba a poder ser Federer y la cabeza le estalló. Personalmente no quiero que pase lo mismo con Nalbandian, ni va a pasar creo por que su cabeza es muy diferente a la de Coria. David no va a dejar de correr un rally o de irse a pescar por ser nº 1. Muchas veces David entrena mientras juega los torneos, si le va bien bárbaro y si le va mal mala suerte. Por supuesto que para eso hay que ser David Nalbandian, pero es una excelente forma de ver un deporte, que según dice el diccionario incluye las palabras placer y diversión. Cuando incluimos las palabras: Nike, Diadora, head, dunlop, wilson, slazenger, dólares, euros, representante, etc... ya se transforma en otra cosa. Pero lo más sano que puede hacer un jugador(de juego) cuando entra en la cancha es olvidarse de eso, sobretodo los que tienen la vida resuelta. No creo que un pibe de 15 años que juega un challenger y tiene que ganar para devolver 200000 dolares que le prestó un garante o de la hipoteca de la casa pueda sustraerse demasiado. No estoy diciendo que son todos buenos y geniales(al mejor estilo salata) y que no hay que criticarlos, por que nunca vi a Nalbandian o a Gaudio o cualquier otro diciendo, "no me den dinero, yo soy puro, sólo practico un deporte", ellos aceptan las reglas de juego y tienen que atenerse a eso, y esto tampoco me prohibe decir que no me gustan las reglas de juego y que no seamos tan exitistas. Juguemos por jugar. Sí, ya sé, parece el eslogan de un publicista berreta. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Ahora la otra cara del asunto, la muestra de que ser diferente es posible. Flavio Saretta no es un talentoso nato, aunque tiene destellos de genialidad, no va a ser nunca top ten(excepto que pegue un gran salto, lo que a sus 25 años veo bastante difícil), ni va a ganar un grand slam(ojalá me equivoque), no tiene ningún título en singles y uno sólo(Umag, junto al chucho Acasuso) en dobles. Es profesional desde 2001 y ronda por los puestos cercanos al 100, hoy 101. Pero que tiene este hincha del palmeiras, nacido en Americana(Brasil) que lo hace diferente, Saretta sale a "jugar" o sea: hacer algo para divertirse y entretenerse, y lo lleva a la practica aunque tenga tres match points en contra. No como Nadal que putea de espaldas para no pasar información al rival. Saretta putea, grita, se enoja y se saca la bronca en el momento, como Gaudio o como cualquier ser humano normal que no sea dirigido por Toni Nadal(Federer rompia raquetas hasta los 15 cuando dejó de vivir para ser el número 1). Lo más importante, pocas veces ví un tipo más gracioso dentro de una cancha, es un clown, cada punto que gane o pierda sirve para un nuevo chiste, una gastada al umpire o para interactuar con el público. Es un Chaplin que actua sobre polvo de ladrillo, un Buster Keaton con raqueta. Por eso aunque nunca sea un Borg o un Agassi, Flavio Saretta joga bonito. 
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