¿Sabían que le gané dos veces a Nadal? Claro, él tenía ocho, nueve años, jajaja. Iba de la mano de la maestra del jardín de infantes. La primera fue en la clasificación de Mallorca, cuando él tenía 14 y había recibido una invitación. En la otra, la final del challenger de Cherbourg 2003, Rafa tenía 16.
Yo ya no era más un nene, tenía 23, y veía del otro lado a una ratita correr y pegarle como una fiera… Terminó el partido y él estaba muy deprimido. Me acerqué y le dije: “¡Tenés que estar contento igual!”. Y me respondió: “Vengo de perder dos finales seguidas. Estoy atrapado porque tengo miedo de no poder ganar las finales”. ¡Increíble! ¿Ustedes dicen que superó el miedo o no?
En el Sony Ericsson Open de Miami se acordó de eso, él solito. Estábamos cenando, hablando de él y Roger Federer, y de la nada me dice: “Vos me ganaste la final de Cherbourg”. Le contesté que sí, pero que había sido hacía mil años. “Me acuerdo, me acuerdo”, repitió. Y yo, agrandado, agregué: “Te gané otra vez en la qualy de Mallorca, no sé si recordás”. No se acordaba. “Sí, que tenías ocho años”, le dije. “Ah, ¿eras vos?”. Se ve que no le gustó mucho, si se reía un poco le bromeaba con el récord de 2-0. Porque es así: el récord oficial es Roitman 2 – Nadal 0. No hay vuelta atrás. ¡Incluso todavía puedo perder un partido y seguir arriba, jaja!
Yo ya no era más un nene, tenía 23, y veía del otro lado a una ratita correr y pegarle como una fiera… Terminó el partido y él estaba muy deprimido. Me acerqué y le dije: “¡Tenés que estar contento igual!”. Y me respondió: “Vengo de perder dos finales seguidas. Estoy atrapado porque tengo miedo de no poder ganar las finales”. ¡Increíble! ¿Ustedes dicen que superó el miedo o no?
En el Sony Ericsson Open de Miami se acordó de eso, él solito. Estábamos cenando, hablando de él y Roger Federer, y de la nada me dice: “Vos me ganaste la final de Cherbourg”. Le contesté que sí, pero que había sido hacía mil años. “Me acuerdo, me acuerdo”, repitió. Y yo, agrandado, agregué: “Te gané otra vez en la qualy de Mallorca, no sé si recordás”. No se acordaba. “Sí, que tenías ocho años”, le dije. “Ah, ¿eras vos?”. Se ve que no le gustó mucho, si se reía un poco le bromeaba con el récord de 2-0. Porque es así: el récord oficial es Roitman 2 – Nadal 0. No hay vuelta atrás. ¡Incluso todavía puedo perder un partido y seguir arriba, jaja!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario